Compuesta en 1840 para conmemorar el cuarto centenario de la invención de la imprenta, fue definida por Mendelssohn como una sinfonía-cantata sobre palabras de la Sagrada Biblia. Esta definición podría resultar engañosa ya que sugiere una especie de fusión entre ambos géneros; sería más justo describirla como un oratorio. Y es que su curiosa forma consiste en cuatro movimientos instrumentales de carácter sinfónico con una duración de unos veinticinco minutos que la convierten en una sinfonía convencional: Maestoso con moto, Allegro, Allegretto un poco agitato y Adagio religioso. Al finalizar esos cuatro movimientos comienza una extensa cantata-oratorio para coro y tres voces solistas de alrededor de cuarenta minutos. Los tres movimientos sinfónicos contienen todo el lirismo y la calidad de un artista que llevaba asombrando al mundo durante casi dos décadas. En cuanto estas páginas dejan paso al universo coral, Mendelssohn vuelve a revelarnos al gran maestro que había dado a conocer a Bach en su prodigiosa recuperación de la Pasión según San Mateo de 1829. La parte coral nos muestra al profundo conocedor de Bach y de su riquísima profundidad en el dominio del coral luterano. Consta de diez números, aunque el primero de ellos es en realidad el último movimiento de la parte sinfónica que se convierte en engarce entre ambas secciones. Luego llegan nueve movimientos corales en los que se alternan el coro y los tres solistas vocales, soprano, mezzo y tenor.
El 29 de junio, a las 20:30h tendrá lugar el concierto en el Teatro Colón de A Coruña. La entrada es gratuita previa retirada de las invitaciones. Puedes hacerlo desde aquí.
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