Pórtico da Illa de Monteagudo, del  galardonado compositor Juan Durán, es una obra que se estrenó bajo encargo del Ayuntamiento de Vigo en 2015 en el marco del espectáculo O canto das Illas, que reclamaba la declaración de las Islas Cíes como Patrimonio de la Humanidad. La interpretación corrió a cargo de la  OV430, Piero Lombardi en la dirección y Alba Barreiro en la parte solista. Esta obertura es un llamamiento a la conservación de los espacios naturales. Recientemente, la obra ha sido editada por Odradek con la interpretación de la Real Filarmonía de Galicia, el director Paul Daniel y Alba Barreiro nuevamente encargada de la parte solista.

La composición de la Sinfonía No. 4 en fa menor, op. 36 de Tchaikovsky es el resultado de la confluencia de eventos personales y la conciencia subjetiva del compositor del poder del destino. A finales de 1876 cuando Tchaikovsky tuvo sus primeros contactos con Nadezhda von Meck, una viuda rica que estaba muy enamorada de su música. Nunca se conocieron, pero mantenían correspondencia en la que Tchaikovsky compartía sus pensamientos creativos y personales más íntimos. Por otro lado, su desafortunado matrimonio con Antonina Ivanovna Milyukova, básicamente para ocultar los crecientes rumores acerca de su homosexualidad.

La sinfonía se estrenó en San Petersburgo el 22 de febrero de 1878, en ausencia del compositor.Tchaikovsky sugiere en una carta dirigida a Nadezha von Meck, un programa para la sinfonía. El tema principal es el tema del destino que se presenta al principio como una espada de Damocles. El primer tema refleja el abatimiento provocado por la tiranía del destino. El segundo tema con su melodía en el clarinete es un sueño que nos permite huir de la realidad. El segundo movimiento sugiere la melancolía que aparece al recordar las alegrías de los tiempos pasados. Un sentimiento de amarga dulzura como la melodía del oboe del primer tema. “Es triste, pero dulce a la vez sumirse en el pasado”. El scherzo sugiere imágenes del pasado bullicioso, con campesinos bebiendo y canciones callejeras. “Imágenes intangibles, como las que nos vienen a la mente cuando hemos bebido vino… la imagen de campesinos ebrios, una canción callejera…, a lo lejos, en alguna parte, desfila una parada militar”. El último movimiento nos sugiere una salida de la depresión, mediante la compañía de la gente y su alegría. Nos vuelve a recordar al destino, la fatalidad, como una realidad subjetiva. La melancolía puede desaparecer con la contagiosa alegría de los compañeros. “Si no encuentras motivos de alegría en ti mismo, mira a los demás. Camina entre la gente…No digas que todo es triste. Existe una alegría simple pero profunda…La vida todavía merece ser vivida”.

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Fotografía: Eduardo Irago